Ya es hora de despedir el día.
El silencio invade la ciudad.
La Luna y las estrellas están conquistando el cielo oscuro.
Las luces de las viviendas se apagan al compás del tic-tac del reloj.
Miro por la misma ventana, por la cual vi el amanecer, la Luna ya coronada reparte luz por toda la ciudad, la estrellas tiemblan, tienen frió y se juntan para formar constelaciones.
El viento mueve los arboles, y derrotan hojas, que caen, al suelo, agotadas.
Las nubes avanzan por el cielo, la Luna y las nubes pelean en una dura batalla, parece que las nubes están ganando, pues están ocultando la Luna.
Ahora el cielo es de las nubes. Y mañana, quizás, de la lluvia.
Ahora es la hora de pensar, de extrañar y dejar pasar el día.
Ahora bajo la persiana, dejando un poco de espacio para que me despierta los primeros rayos del Sol de la mañana.
Buenas noches, querido lector...
Ahora es la hora de pensar, de extrañar y dejar pasar el día.
Ahora bajo la persiana, dejando un poco de espacio para que me despierta los primeros rayos del Sol de la mañana.
Buenas noches, querido lector...