La transformación

Dame la mano, ayúdame a cruzar este puente antes de que toda la madera podrida caiga al vacío. Se nos acaba el tiempo.
Llega la noche y esta vez no gobierna la reina Luna, estamos solos.

Solos, acompañados por el amor que nos tenemos, solos y a la vez juntos, como siempre, como de costumbre, sin esperar nada y a la vez esperándolo todo.

Tiemblo de frío o de miedo, no lo sé, esta es la última noche, obligados estamos a sufrir un cambio, a dejarnos llevar por el viento, a perdernos por el mundo...

Ya llega el momento, me siento cansada y con mucho frío, por mi rugosa piel brotan trozos de seda peluda que me inmoviliza, me oprime y me encadena a mi destino, miro al amor de mi vida, el también esta inmovilizado, rodeado de seda, parece dormido, parece estar en la pausada eternidad.

Me dejo llevar, sin más, por mi destino.

......

Un dolor me recorre el torso, reina un polvo extraño que se adhiere a las paredes peludas de aquel pequeño mundo, el dolor cada vez es más intenso cuando de repente dos alas rompen las paredes y un propio bing bang de color, polvo y un nuevo destino tiene lugar en un mundo, al parecer, nuevo.

Patosamente, me dejo llevar por el viento, moviendo lentamente esas dos alas de estreno.

En la maleza, veo otra cápsula de seda, parecida a la mía, una fuerza interior, como un palpitar involuntario de mi corazón, hace que me adentre entre aquellas paredes olvidadas.

En el interior, hay un cuerpo sin vida, está pudriéndose a la vez que se pudre su pequeño mundo, no tiene alas , el no consiguió hacer el cambio, no estaba preparado y el tiempo sin más se le acabó terminando.

Empiezo a volar hacía un nuevo horizonte, hacía un nuevo universo, hacia un nuevo destino...