TAN SOLO CONOCÍA...

Hoy os voy a contar la historia de un secuestro, un secuestro de una niña que hoy es nuestra protagonista.

Una pequeña ventana con rejas oxidadas, paredes de piedras frías y húmedas era el hogar de la pequeña niña.

El secuestrador no tenía ese órgano que bombea la sangre de las venas, ese monstruo no tenía corazón.

Los años fueron pasando. 

La niña fue creciendo desconociendo la felicidad, el mar, los árboles o una simple y perfecta flor.

Tan solo conocía la Luna que se colaba por la ventana, y la luz blanca y elegante que iluminaba su habitación.

El secuestrador, con el paso de los años quiso tener un hijo. Ella no quería pero a el le dio igual.

La historia se d e t i e n e, una noche cuando nuestra joven protagonista ha madurado antes de tiempo. 

Ella esta en el rincón mas cercano a la ventana, se acaricia el vientre con ambas manos y cuando aparece la Luna canta con una voz angelical...

- Cuando la Luna aparece,

Siento que tu lo sientes,

Siento como tu pequeño cuerpo se inquieta y se estremece.

Crecerás como yo crecí ?

No lo puedo permitir

Tu tendrás toda la libertad

Que yo perdí

Cuando la Luna aparece

Mi alegría crece

Hijo, no seas tímido...

Como lo es la Luna creciente.

Ves lo mismo que yo veo,

Es la Luna gobernando el cielo,

Sientes lo mismo que yo siento,

Dos corazón latiendo al mismo tiempo...-

Ella cada noche canta

Cada noche siente

Cada noche abraza su vientre

Y sueña con ver el horizonte.

Pero una noche no pudo cantar, una noche el dolor le impedía casi respirar. Gritó, gritó y gritó. 

Al tercer grito es cuando vino el monstruo, en su rostro se veía preocupación y en su mirada dolor. 

El la tendió entre sus brazos, le hablaba, le suplicaba que no se desvaneciese, le explicó que había llamado al médico y que pronto llegaría.

El suelo se tiñó de rojo, ella perdía mucha sangre. 

El con voz ronca y lágrimas en los ojos empezó a cantar:

Cuando la Luna aparece,

Siento que tu lo sientes,

Siento como tu pequeño cuerpo se inquieta y se estremece.

Crecerás siendo feliz

No pararas de sonreír

Tu tendrás la libertad

Que tiene un pájaro al volar

Cuando la Luna aparece

Mi alegría crece

Hijo, no seas tímido...

Como lo es la Luna creciente.

Ves lo mismo que yo veo,

Es la Luna gobernando el cielo,

Sientes lo mismo que yo siento,

Tres corazones latiendo al mismo tiempo...-

Ella gritó c o r t a n d o en mil pedazos la noche, y un llanto de una niña hermosa unió todos los pedazos de la noche rota.

El la cogió y se la entregó a ella.

- Es hermosa, como su madre, ¿ Como quieres que se llame ? - Preguntó el con la voz ahogada

- Se llamará Luna - Dijo ella en un susurro.

Ella, sonrió, por primera vez en mucho tiempo, sonrió. Ella alzó su mano y le toco el pecho. 

El corazón de el se había despertado mientras que el de ella se dormía para siempre.