Su lugar favorito era, sin duda alguna, los anillos de Saturno, le gustaba b a i l a r entre los trozos de hielo dejándose llevar por la gravedad, cuando se cansaba de bailar se quedaba en la órbita de Titán mirando el brillo de los trozos de hielo con la luz del sol.
Nuestra protagonista se llamaba Asteria y era una ninfa de las estrellas, su larga cabellera negra se fundía con el espacio, y sus grandes ojos dorados reflejaban el brillo de todas las estrellas.
Este tipo de ninfa se dedica a crear estrellas por el universo, para crearlas deben de girar sobre sí mismas y con cada giro miles de átomos de gas chocan entre sí formando plasma, hasta formar una esfera, a medida que la densidad y la temperatura aumenta se va creando el núcleo de la estrella.
Egle, ninfa del universo nunca le enviaba con las demás ninfas de estrellas, pues no confiaba en ella por una gran tristeza que habitaba en el interior de Asteria.
Se cuenta que, su hermana Néfeles, ninfa de las nebulosas, desapareció por el universo mientras cultivaba polvo estelar, Asteria quedó devastada, hasta el punto de desencadenar una gran tormenta solar.
La verdad era que nadie entendía a Asteria, nadie le intentaba animar ni hacer compañía y esa tristeza poco a poco fue convirtiéndose en odio.
Las órbitas fueron pasando, estrellas nacían y otras morían, las galaxias se habitaban mientras otras, sin más, se deshacían.
Hasta que un día, Asteria consumida por el odio, se dejó llevar por lo que sentía en su interior, empezó a girar sobre sí misma, al principio parecía estar creando una estrella, pero al alcanzar la temperatura y densidad correcta, no se podía detener...Siguió girando hasta que consumió toda la energía de la estrella creada... quebrando el espacio-tiempo; tras una gran explosión de materia un agujero negro nació, absorbía todo lo que se encontraba a su alrededor, incluida la luz, las ninfas combinaron su poder para cerrar el agujero negro pero muchas fueron arrastradas por la gravedad hasta desaparecer.
Asteria desapareció, su luz fue consumida por la oscuridad y se transformó en un solitario agujero negro, que a día de hoy, sigue avanzando por el universo sin rumbo fijo o buscando quizás, algún recuerdo de su tristeza.
Me gusta, porque es un relato que tiene alma (e incluso reminiscencias mitológicas).
ResponderEliminarTe animo a seguirlos escribiendo, a mí me ha resonado.
Muchas gracias, me hace mucha ilusión vuestros comentarios, seguiré escribiendo!!! Bienvenida a mi blog :)
EliminarMuy bonito!!! Que no se consuma tu luz y sigue brillando así!!
ResponderEliminarMuchas gracias!! Muy bonito tu comentario
EliminarMe encanta ! Sería una especial forma de contar el nacimiento de un agujero negro. Muy chulo. 💫✨🕳️😍
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra verte de nuevo
EliminarPrecioso!!! Me encanta como escribes, para cuando un libro de tus relatos?😬😍😍
ResponderEliminarMuchas gracias, es mi sueño escribir un libro!!
EliminarOhhh, preciosa Asteria!!! Muy bonito relato 😍😍💪😍
ResponderEliminarMuchas gracias, Asteria enamora. Un abrazo
EliminarSí; vi algo parecido mientras pilotaba el Halcón Milenario.
ResponderEliminarJajaja saluda a Asteria si vuelves. Muchas gracias por comentar y por estar de nuevo!!
EliminarMuy bonito prima❤️
ResponderEliminarMuchas gracias :)
EliminarEso eso para cuando un libro, aver si te animas que tienes mucho talento🤗💋
ResponderEliminarJejeje sería genial poder escribir un libro, muchas gracias por estar también en esta entrada
EliminarQue bonito.comoarto la idea de recoger todo y hacer un libro.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, espero volver a verte en otro entrada :)
EliminarMe encanta, eres libre y tus palabras lo demuestran
ResponderEliminarMe hace libre escribir y feliz ser leída por vosotros, muchas gracias por comentar :)
EliminarAl leer, he recordado un club al que iba con asiduidad, llamado el club de las ninfas. Allí había un montón de agujeros.
ResponderEliminarMe gusta que mis palabras te hagan recordar momentos y lugares, eso es bueno!!
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